Sin lugar a dudas, el patio interior es lo más singular del alojamiento. Usado antiguamente como establo, atesora una cacera (canal) por la que discurre el agua que proviene de la "albufera". Hemos intentado conservar su esencia, recuperando el lavadero de la época que se encuentra ahora a más profundidad que el resto de la casa. Antiguamente también disponía de un abrevadero para los animales, pero se perdió con las primeras reformas. Junto a la canal y el lavadero, hemos dispuesto un rincón donde charlar, tomar algo, leer un libro o símplemente, sentarse a ver correr el agua.
La zona de jardín está pensada para poder disfrutarla. A disposición de los huéspedes hay una amplia barbacoa donde poder hacer la típica "torrá". En el exterior hay un toldo corredero muy útil para que los días de lluvia o de sol no impidan disfrutar de una velada en el exterior.